Un entierro que pretendía hacerse con la gente cargando el féretro fue cancelado por la Policía Metropolitana de Barranquilla al estar prohibidas las aglomeraciones.
El entierro iba por la calle y amigos y familiares cargaban el ataúd, pero fueron interceptados por la Policía quienes manifestaron que entendían el dolor que en ese momento sentían por enterrar a esa persona, pero este tipo de acciones estaba expresamente prohibida.
Hay que recordar que el Gobierno prohibió expresamente los entierros, debido al riesgo de contagio por COVID-19.
Finalmente, el féretro fue subido a la carroza fúnebre y los dolientes tuvieron que dispersarse y solamente un grupo de cinco personas acompañó al difunto.
Se informó que en un principio los dolientes retiraron, a la fuerza, el cuerpo de la funeraria porque solo dejaban entrar a cinco personas.
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