- Grupo Familia una compañía Essity brinda una serie de recomendaciones para interrumpir la propagación de infecciones y reducir la necesidad de antibióticos.
La exposición a bacterias y otros microorganismos es un riesgo al que se enfrentan todas las personas en su día a día, el cual puede aumentar si no se toman las medidas adecuadas en las diversas situaciones cotidianas. Por ejemplo, un pequeño corte o herida, que puede pasar desapercibido, tiene el potencial de afectar la salud en caso de no tratarse correctamente.
En este sentido, productos de higiene eficaces e información accesible son esenciales para interrumpir la propagación de infecciones y reducir la necesidad de antibióticos. Grupo Familia una compañía Essity, en su objetivo de romper barreras por el bienestar de las personas, ha venido trabajando por aumentar la conciencia sobre la resistencia antimicrobiana (RAM) y promover buenas prácticas entre la población.
La resistencia antimicrobiana ocurre cuando bacterias, virus, hongos y parásitos dejan de responder a los medicamentos, dificultando el tratamiento de infecciones comunes y aumentando el riesgo de diseminación de enfermedades. Varios factores han acelerado esta amenaza global, incluyendo el uso excesivo e inadecuado de medicamentos en humanos, en la ganadería y en la agricultura, además del acceso precario a agua potable, saneamiento e higiene.
La falta de limpieza adecuada o el tratamiento inadecuado de incisiones quirúrgicas también aumentan el riesgo de infección en una herida. “Cuidar bien de una herida significa protegerla de agentes nocivos e impedir que microorganismos se desarrollen. El uso de curativos especializados puede ayudar a minimizar la necesidad de antibióticos en el tratamiento. Este abordaje busca promover alternativas a los antibióticos en todos los ambientes de salud”, explica Jorfre Pérez, director de ventas para Heath & Medical de Essity.
Tratar una herida infectada no es algo que se resuelve rápidamente y el proceso requiere atención cuidadosa, por lo cual la compañía realiza las siguientes recomendaciones:
- Usar productos idóneos: la prevención de infecciones en heridas depende de un cuidado eficaz y del respaldo de artículos especializados que cuenten con los desarrollos necesarios para garantizar su correcto desempeño. Por ejemplo, la marca Leukoplast, que tiene más de 120 años de historia, cuenta con los atributos para ayudar a la cicatrización con productos estériles que tienen adhesivos seguros e impermeables, evitando la propagación de infecciones.
- Desinfectar los materiales: para cuidados en casa, es necesario asegurarse de que el material usado para limpiar la herida esté estéril. Por ejemplo, es clave limpiar las pinzas con alcohol y usar gasas estériles en vez de algodón (que podría haber tenido contacto con un medio externo contaminado).
- Lavar las manos adecuadamente: es fundamental higienizar las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos.
- Limpiar la herida correctamente: el suero fisiológico tibio es ideal para no irritar la piel ni comprometer los tejidos circundantes, garantizando que no haya suciedad en el lugar de la herida. En caso de no contar con suero en el hogar, se puede usar agua corriente. Así mismo, es esencial verificar el comportamiento del tejido y de notar algún comportamiento extraño, acudir al especialista.
- Desinfectar la herida: se recomienda aplicar antisépticos, como clorexidina, con una gasa estéril para eliminar microorganismos. Por otro lado, evitar el uso de alcohol o agua oxigenada en heridas abiertas, pues pueden causar irritaciones.
- Usar cobertura sobre la herida: es importante utilizar un curativo estéril que proteja la herida contra microorganismos y mantenga la humedad adecuada para prevenir la maceración. Existen curativos que protegen de bacterias y otros que inactivan bacterias, eliminando gérmenes con cada cambio.
- Cambiar curativo regularmente: al observar humedad, es necesario cambiar el apósito, siguiendo las recomendaciones anteriores.
- Monitorear la herida: es normal sentir leve incomodidad y sensibilidad alrededor de la herida mientras cicatriza. Sin embargo, si hay enrojecimiento, hinchazón o calor en la piel circundante, puede ser señal de infección. Si aparecen secreciones, fiebre, náuseas o vómitos, es necesario buscar atención médica.
Las heridas pequeñas o medias pueden cicatrizar en pocos días a hasta en dos semanas. Lesiones más grandes o profundas pueden llevar semanas o hasta meses. No obstante, el dolor no debería aumentar en ningún caso. En caso de que ocurra, es necesario encontrar un especialista para verificación profesional.