- La víctima de la modalidad de extorsión “Falso Servicio”, fue a llevar una encomienda al corregimiento de Bayunca, donde fue citado por los delincuentes.
“Dios me envío dos ángeles”, fueron las palabras del domiciliario que se salvó de ser víctima de los extorsionistas en una zona rural del corregimiento de Bayunca.
Más de 30 minutos recorrió el domiciliario desde el barrio Santa Rita hasta el corregimiento de Bayunca, donde debía llevar su encomienda. Una mujer vestida de rojo sería la persona a quien le debía entregar el pedido. Sin embargo, al llegar a la dirección indicada, las instrucciones cambiaron.
“Al llegar a Bayunca, recibí nuevamente una llamada, me dicen que saben los datos de mis padres, esposa e hijos, que hablaba con un integrante de un grupo criminal organizado, sentí escalofríos y angustia”, agrega la víctima.
El domiciliario asustado intentó llevar la encomienda hasta una nueva dirección, esta vez, a una zona rural y enmontada de este corregimiento, donde terminó perdido.
Dos patrulleros del grupo de Carabineros que patrullaban esa zona, pasando revista a las fincas, se percataron de la presencia del motociclista y lo abordaron. Vieron como la persona asustada se bajó de la moto, los abrazó y les dijo que eran unos ángeles que se le habían aparecido.
“Él manifiesta que estaba repartiendo unos domicilios y que le iban a pagar 30 mil pesos, cuando llegó a Bayunca, lo llamaron nuevamente a amenazarlo y nosotros lo tranquilizamos, le dijimos que era una modalidad de extorsión de falso servicio y que todo estaba bien, que nosotros lo íbamos a proteger y que nada le pasaría”, manifestó el patrullero Cristian David Trejos Pérez , del grupo de Carabineros y Protección Ambiental.
Y añade: “fuimos dos ángeles para él, ya que esa vía es puro monte, es una zona rural, el domiciliario estuvo muy agradecido con nosotros, la verdad se me erizó la piel, sentí de corazón que el ciudadano nos agradecía por haber llegado en ese momento”.
El Grupo de Carabineros y Protección Ambiental y el grupo Acción Unificada por la Libertad Personal (GAULA), de la Policía nacional, recuerda que la clave está en cortar la comunicación con los extorsionistas, no aportar información personal y dar aviso inmediato al GAULA, para evitar que las personas sean víctimas del “Falso servicio”, una de las modalidades de la extorsión.
“Valiéndose de información del sector comercial, los delincuentes solicitan servicios o cotizaciones en sitios alejados del casco urbano e incluso, con deficiencia en la señal telefónica. Una vez las víctimas llegan al lugar, se comunican con ellos exigiéndoles no solo dinero, también contactos de familiares a quienes amenazan con las mismas pretensiones económicas”, señala el Teniente Coronel Henry Leal Velázquez, comandante Operativo de Seguridad Ciudadana de la Policía Metropolitana de Cartagena.
En su mayoría, estas llamadas provienen de las cárceles y aunque los delincuentes se encuentran privados de la libertad, no actúan solos, se valen de la confianza de amigos y familiares para que reciban el dinero, producto de las extorsiones, en sus cuentas bancarias o giros con sus datos personales, lo que los convierte en una pieza más de las redes extorsivas.
La Policía invitó a la comunidad a trabajar de manera articulada con las autoridades, en pro de fortalecer la convivencia y seguridad ciudadana, denunciando cualquier hecho relacionado con secuestro o extorsión a través de la línea gratuita 165 y vinculándose a la campaña “YO NO PAGO, YO DENUNCIO”.
