El envase del futuro, clave en la reducción del desperdicio mundial de alimentos

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  • Estudios hechos por Tetra Pak indican que la demanda de envases más sostenibles crecerá de manera constante. Los consumidores buscan productos con recipientes que afecten menos al medio ambiente y están dispuestos a pagar más por ellos.

De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que alrededor del 14% de los alimentos, con un valor estimado de USD 400.000 millones, se pierden en todo el mundo entre la cosecha y la distribución. Este fenómeno no solo contribuye con el hambre que afectó a 735 millones de personas en promedio a nivel global el año pasado (FAO, 2023), sino que se traduce en el derroche de recursos naturales.

A lo anterior hay que sumar previsiones del Grupo Banco Mundial, según las cuales para el 2050 los sistemas alimentarios aportarán cerca de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, toda vez que la población mundial alcanzaría los 10.000 millones de personas en ese período; la FAO señala que será necesario aumentar la producción de alimentos en un 60% para satisfacer las demandas de esta creciente población.

En este contexto, y en un mundo en el que crece la preocupación por el medio ambiente y la sostenibilidad, el desperdicio de alimentos cobra relevancia como un problema grave y de primer orden, porque también afecta, y cada vez más, el equilibrio ecológico.

Abordar el desafío de contener la pérdida y el despilfarro de productos alimentarios, esencial para garantizar un futuro más sostenible para el planeta y las próximas generaciones, debe ser abordado por todos los sectores, empezando por la industria alimentaria.

Edwin Rozo, Gerente de Desarrollo de Negocios de Tetra Pak Andina y quien abordará este tema durante el IV Congreso Agroindustrial de la Andi (Medellín, 28 y 29 de septiembre), explica que “partiendo de las necesidades mundiales se hace indispensable que las empresas que hacen parte de la industria alimentaria amplíen la vida útil de los alimentos perecederos e implementen soluciones innovadoras que aporten con la reducción del desperdicio; en ese escenario, el ‘envase del futuro’ emerge como una respuesta innovadora y prometedora a este desafío global”.

En ese orden de ideas, el experto señala que la demanda de envases con atributos como la reciclabilidad, la capacidad de generar menor afectación en el medio ambiente y la tecnología para preservar alimentos seguros por más tiempo, tenderá a ir en aumento, pues los consumidores, cada vez más conscientes de los problemas ambientales mundiales, optarán con mayor frecuencia por productos en envases y empaques con estas cualidades, e incluso estarán dispuestos a pagar más por ellos.

Edwin Rozo afirma que las empresas de alimentos, los gobiernos y las compañías de envasado deben aportar y asumir un papel activo liderando esta transformación hacia una industria más sostenible; de hecho, las compañías pertenecientes al sector deben incorporar tres pilares fundamentales para adaptarse a la nueva tendencia de envasado de alimentos y bebidas:

  1. Trazabilidad: garantizar la seguridad alimentaria y reducir el desperdicio

El envasado del futuro permitirá hacer un seguimiento preciso de la cadena de suministro de los alimentos, desde su producción hasta su consumo. La capacidad de rastrear cada paso del proceso garantiza la seguridad al identificar cualquier problema o contaminación en el camino. Además, al conocer con precisión la fecha de vencimiento de los productos, se reduce significativamente el desperdicio al evitar que sean desechados prematuramente.

  1. Reducción de desperdicios: ampliar la vida útil de los alimentos

Una característica relevante del envase del futuro será su capacidad para extender la vida útil de los alimentos perecederos, sin necesidad de conservantes ni refrigeración. Esta innovación no solo tendrá un impacto directo en la reducción de desechos, sino que también contribuirá con la seguridad alimentaria al conservar los productos durante más tiempo en todas las etapas de la cadena de suministro.

  1. Sostenibilidad: contribuir con la reducción de residuos

La sostenibilidad desempeña un papel central en la concepción de envases: no solo debe contribuir con la reducción del desperdicio de alimentos, también con la disminución global de residuos. Esta tendencia en el envasado busca minimizar el impacto ambiental y fomentar prácticas que favorezcan el reciclaje de residuos reutilizables y su transformación en nuevas materias primas, que puedan reintegrarse a la cadena productiva y promover la economía circular.

«El desperdicio de alimentos es un desafío global innegable, y el ‘Envase del Futuro’ es nuestra respuesta concreta. Garantizar la seguridad alimentaria y promover la sostenibilidad son nuestra prioridad. Estamos comprometidos en impulsar esta innovación para un mejor porvenir», afirmó Edwin Rozo.