El evento tuvo lugar en las instalaciones de la Escuela de Policía Antonio Nariño, donde 29 integrantes del mando ejecutivo fueron ascendidos a los grados de subcomisario, intendente jefe, intendente y subintendente. La ceremonia fue presidida por el brigadier general Herbert Luguiy Benavidez Valderrama, comandante encargado de la Región de Policía No. 8, y el coronel John Jairo Urrea Rozo, comandante del Departamento de Policía Atlántico. También asistieron comandantes de la Fuerza Aérea, del Ejército Nacional y autoridades político-administrativas.
Con la presencia de las familias de los uniformados, en el campo de paradas de esta escuela se impusieron las insignias de los nuevos grados a estos policías, quienes asumen un paso decisivo en su escalafón dentro de la carrera policial. Este ascenso representa un avance hacia el profesionalismo, uno de los principios fundamentales del plan estratégico de la Policía Nacional, que busca elevar la calidad del servicio policial, garantizando que los procedimientos policiales, se basen en la ley y que la formación policial sea continua y de calidad a lo largo de toda la carrera.
Este nuevo rol implica que los uniformados deberán tomar decisiones complejas que impactarán directamente en la convivencia y seguridad ciudadana. Asumirán la tarea de liderar el nuevo modelo de servicio de policía orientado a las personas y los territorios, una iniciativa que prioriza la cercanía con la comunidad, la confianza y la eficacia policial.
Durante el evento, un niño llamado German Harol, hijo del intendente Harol, acompañó a su padre vestido con el uniforme correspondiente al grado de intendente, como homenaje y reconocimiento al ascenso de su padre en la carrera policial. El general Benavidez exaltó la presencia de este niño y lo presentó a los altos mandos presentes en el evento.
