Garantizar seguridad vial en Colombia: la necesidad de evaluar el uso de drogas en conductores

0
740
  • La importancia de detectar el uso reciente de drogas en conductores y prevenir la siniestralidad vial.

Nuestras carreteras deberían ser seguras, permitiéndonos viajar de un lugar a otro sin miedo. Sin embargo, entre enero y septiembre de 2023, el número de siniestros viales con lesiones y accidentes mortales ha aumentado en un 3.33% y un 2.72%, respectivamente, en comparación con el mismo período en 2022, impactando en mayor medida a motociclistas y conductores particulares, según las cifras reportadas por la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Además, se registró un aumento significativo de fatalidades en 10 ciudades: Bogotá, Cali, Sincelejo, Santa Marta, Yopal, Neiva, Villavicencio, Medellín, Montería y Pereira.

En lo que respecta al 2022, la imprudencia causada por el conductor (34.7%), el exceso de velocidad (21.1%) y el consumo de alcohol o drogas (6.7%) fueron las causas más comunes en la comunidad Andina.

Si bien el alcohol ha sido un foco importante en las campañas de seguridad vial, otras sustancias psicoactivas también tienen un impacto devastador en términos de siniestralidad vial. De acuerdo con la OPS, la Región de las Américas representa el primer lugar en muertes por eventos de tránsito asociados al consumo de cannabis y cocaína.

Lecciones de un Estudio Piloto y resultados clave de investigación de la Universidad de Antioquia
Para obtener una comprensión más profunda sobre la prevalencia del abuso de sustancias entre los conductores, un estudio piloto realizado por la Fundación Liga Contra la Violencia Vial para detectar consumo de drogas reciente, en Bogotá y Medellín durante el primer semestre de 2023, reveló que la marihuana fue la sustancia detectada con mayor frecuencia en conductores de vehículos motorizados en un 66% en Bogotá y un 91,3% en Medellín, del total de resultados positivos; asimismo, entre el 24% y el 15% de estos habían consumido más de una sustancia, respectivamente.

Por su parte, el informe, basado en encuestas realizadas a personas en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla durante febrero y marzo de 2023, por la Universidad de Antioquia, mostró que el 21.4% de los conductores admitió conducir bajo la influencia de sustancias psicoactivas, y el 23.4% reconoció hacerlo al menos una vez a la semana. Los conductores que consumen reconocen en general que existen efectos del consumo que afectan la conducción, incrementando los riesgos. La mayoría, un 86.8%, considera pertinente regular y controlar el uso de sustancias psicoactivas al conducir para lograr la seguridad vial. Las estrategias incluyen sanciones (25.2%), campañas educativas preventivas (25.1%) y puntos de control policial (23.8%).

“En ese sentido, el país debe avanzar en medidas de vigilancia que aborden, no sólo el consumo de alcohol, sino también de otras sustancias psicoactivas, ya que tienen los mismos efectos en la conducción. La recurrencia del policonsumo en nuestros conductores, es decir, el consumo de dos o más sustancias de forma simultánea como el cannabis, cocaína, anfetaminas, metanfetaminas, benzodiacepinas y opiáceos, disminuyen seriamente las habilidades de conducción, afectan la coordinación, la velocidad de reacción, la visión y la distorsión del espacio, tiempo y lugar, lo que compromete la seguridad en nuestras carreteras.

Ningún país ha tenido resultados llamando solo al buen comportamiento. Es fundamental poder medir, controlar y sancionar. Si no podemos medir su impacto no podremos llevar a cabo estrategias de prevención, concientización y vigilancia en nuestros conductores. Lo que no se puede medir sencillamente no existe.”, afirmó Mary Bottagisio, fundadora y directora de la Fundación Liga Contra la Violencia Vial.

Además, existe evidencia internacional que destaca que los países que han logrado mejor control de la embriaguez no alcohólica han implementado tecnologías de detección de consumo de sustancias en carretera como una medida que puede salvar vidas y prevenir siniestros devastadores.

Perspectivas Internacionales
Para destacar dos ejemplos, en España, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) ha revelado que el consumo de sustancias psicoactivas es un factor de riesgo que representa casi una cuarta parte (24%) de las muertes en las vías a causa de un siniestro vial. Para combatir esta situación, el país ha establecido puntos de control en varias carreteras en cualquier momento del día, para evitar que las personas que han consumido alcohol o drogas conduzcan; y en los Estados Unidos, conducir bajo la influencia de cualquier sustancia, ya sea alcohol u otras drogas, legales o ilegales, es ilegal. Incluso en estados donde las leyes sobre la marihuana han cambiado, conducir bajo la influencia de las drogas sigue siendo ilegal. Además de estos ejemplos, hay otros países que realizan pruebas de detección de consumo de drogas en carretera.

La importancia de la detección, control y vigilancia
“En Colombia y América Latina, la información disponible sobre la conducción bajo los efectos de las sustancias psicoactivas es muy escasa debido a una recolección de datos inoportuna y poco fiable, por lo que, existe la necesidad de crear un sistema de vigilancia epidemiológica para evaluar la prevalencia de sustancias psicoactivas entre los conductores involucrados en siniestros de tránsito y la regulación de los protocolos de detección de la presencia de sustancias psicoactivas en los conductores en las vías”, declaró Bottagisio.

La tecnología contribuye a prevenir un aumento de la conducción bajo el influjo reciente de las drogas y promueve ambientes seguros. “En sólo 5 minutos, con un sistema de prueba móvil es posible detectar el consumo de varios tipos de drogas comunes en un conductor, a partir de una única muestra de fluido oral. El uso de la tecnología no solo agiliza los procesos de control, sino que también tiene un impacto disuasorio al prevenir siniestros causados por el consumo de drogas”, dijo la Dra. Eva Maria Reichardt, Gerente de Asuntos Científicos en Toxicología de Abbott.

Invertir en Prevención
Estudios realizados a nivel internacional sugieren que “las lesiones por accidentes de tráfico causan pérdidas económicas considerablemente significativas para las personas, sus familias y los países en su conjunto, lo que representa el 3% del PIB. Esto se debe a los costos asociados con el tratamiento de las víctimas y la disminución de la productividad debido al fallecimiento o la discapacidad como resultado de sus lesiones”. Abordar el problema de los siniestros viales causados por la conducción bajo los efectos del consumo reciente de drogas, mediante la implementación de medidas disuasorias efectivas, requiere un enfoque proactivo e integral que no solo abarque la prevención de accidentes, sino que también tenga en cuenta la gestión de aspectos críticos de la calidad de vida de las víctimas y sus familias.

Es hora de actuar
“El consumo de psicoactivos y conducir es, en efecto, una conducta de riesgo no solo para el individuo que las consume, sino también para todos los demás usuarios de la vía pública. Colombia se enfrenta a un factor de riesgo invisible y desestimado. Si queremos avanzar en la lucha contra el flagelo de las muertas y lesiones en siniestros viales es fundamental dimensionar la problemática y ahondar más en los efectos que la embriaguez no alcohólica está teniendo en nuestra sociedad. Es urgente sensibilizar a los ciudadanos y a los gobiernos sobre los riesgos de conducir bajo los efectos de sustancias psicoactivas con el fin de prevenir, controlar y sancionar adecuadamente esta conducta, con el propósito de salvar vidas.”, agregó Mary Bottagisio.