Vecinos del barrio Minuto de Dios en Magangué golearon a la delincuencia en una tarde de fútbol, colores y limpieza

0
538
  • Aquí quedó demostrado que, el miedo, pasó a segundo plano y que el escudo de la unión arropó a su sector para que no vuelva a ser escenario de la delincuencia común.

Bolívar. Dicen que la unión hace la fuerza, y es cierto, muy verídico esta frase cuando se trabaja en equipo y, el resultado, es la satisfacción del deber cumplido en medio de las necesidades. En este caso, el fútbol, un deporte que une al mundo considerado una de las disciplinas más inspiradoras, fue el escogido por jóvenes y adultos para llevar a cabo una actividad de reconciliación en el barrio Minuto de Dios en Magangué.

En una cancha de arena a falta de grama verde, unos arcos improvisados, unas gradas llenas de espectadores de pie sin posibilidad alguna de sentarse, y miradas al asecho pendiente de quien viene y se acercará a hacer daño, son las características que definen este espacio considerado como foco de inseguridad, adueñado por lo amigo de lo ajeno, de aquellos que solo ven en la intolerancia su oportunidad de vida; un escenario ideal para cometer sus delitos, apoderándose de la tranquilidad de sus habitantes.

Por eso, fue el escogido por la misma comunidad, quien no amagó en proponer esta cancha, para rescatarla y hacer de ella un espacio para darle el uso correspondiente.

Pero no estuvieron solos, porque cuando la comunidad propone para trabajar unidos, y hacer de sus entornos un lugar mejor, la Policía atiende el llamado y sin dudarlo, dice presente y participa con toda la vocación que lo caracteriza y, por supuesto, con toda la disponibilidad de unir a más personas.

Fue así como tocaron puertas a comerciantes, quienes también se unieron y participaron, de igual manera la administración local, niños y representantes de la Junta de Acción Comunal no quisieron quedarse por fuera y, también asistieron a este importante evento.

Fue una tarde recreativa y deportiva, que buscaba, primeramente, demostrarles a aquellos delincuentes que los habitantes del barrio Minuto de Dios, son personas de bien, con la disposición de unirse entre vecinos para contrarrestar cualquier tipo de inseguridad. Aquí, quedó demostrado que el miedo pasó a segundo plano y que el escudo de la unión arropó a su sector para que no vuelva a ser escenario de la delincuencia común.

Aunque era solo un partido de fútbol en que los contrincantes eran los mismos vecinos de todas las edades, se disfrutó, pero más allá de eso, también alcanzó para realizarle limpieza profunda al entorno, con la limpieza de la maleza, recolección de basura, y se pintaron murales que, sin duda alguna, le cambió la cara a este entorno que pasó de estar gris a llenarse de colores.

El compromiso de la Policía Comunitaria de Magangué con sus habitantes, fue dejar en claro que siempre se estará ahí para la comunidad, esa gente buena que, con poco hacen mucho, que visiona un mejor entorno para que sus hijos tengan mejores perspectivas de la vida y sepan que hay mucho más en la vida para ser personas de bien.